2007-11-13

Querida Miss Hayworth…
Usted aparece mencionada en el capítulo 5; es una aparición breve pero extremadamente importante, dado que marca el momento crucial de la relación del chico con su padre. Este hombre parece siempre desinteresado de su hijito, absorto como está en perturbadoras cuestiones de negocios, pese a los intentos que el chico hace por capturar su atención. El capítulo 5 es el gran punto de giro de la novela, porque es allí donde el chico deja de buscar a su padre y empieza a tratar de reemplazarlo por otra imagen paterna. El desarrollo es éste: el chico siempre va al cine con su madre, su padre se niega a acompañarlos ya que no puede concentrarse en la película, obsesionado como está por sus preocupaciones financieras. Pero en el capítulo 5 va a ver Sangre y Arena con su mujer y su hijo y disfruta de la película y de la nueva estrella (usted misma) tremendamente. Promete que volverá al cine más a menudo. Para el chico es un momento de felicidad y satisfacción. Pero el padre no cumple su promesa y el chico se resiente al punto de rechazarlo definitivamente. Rechaza a su padre y todo lo que él representa; simbólicamente, el chico se resiente por la atracción que su padre siente hacia Rita-Doña Sol, que en la película traiciona a Juan Gallardo. Y el hecho de que Rita-Doña Sol sea malvada pero bella al mismo tiempo confunde al chico aún más. Debido a este momento simbólico, la frase «la traición de Rita Hayworth» se presentó como un título posible. Yo había sugerido el título a Seix Barral con la mayor timidez pero a todos les gustó de inmediato. Para ellos es muy excitante y nuevo en un estilo «pop-art». El señor Barral mencionó también que la había conocido en Barcelona y pensó que usted era una persona encantadora y que no se opondría a algo así. Antes que nada me gustaría asegurarle que su nombre es usado en el título sólo como un símbolo de la seducción en la pantalla y que la novela no trata en ningún sentido sobre su vida personal y tampoco intenta evaluarla a usted como actriz.

Suzanne Jill-Levine: Manuel Puig y la mujer araña, p. 364: Borrador en un formulario de Pan Am World Airways, cortesía de los herederos de Puig.


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