Investigaciones

Me interesa saber a partir de qué, cómo, por dónde empieza un libro a ser escrito, y se me ocurrió compartir algunos momentos de la escritura de Investigaciones en masa, así como el reciente trabajo alrededor de la tapa.
Lo que hice para que la narración empiece fue escribir recuerdos y cerrarlos sin leerlos. Cuando volvía a esas ventanas, contaba algo, pero sin releer lo que había guardado. Así hice aparecer nuevos recuerdos todos los días.
O no.
Porque, a partir de un punto, sucedió que no me acordaba si ya había dicho anteriormente lo que acababa de contar. Entonces, y a partir de ahí, seguí con la sombra de la repetición al lado de cada parágrafo. Hasta que hice una búsqueda.
Un find.
Fue como pescar en la oscuridad. Tipeé una palabra e hice la búsqueda hacia el texto previo y olvidado. La palabra surgió en un recuerdo diferente del que recién había terminado de escribir. Descubrí, de repente, que el mecanismo principal de esos finds era la exhibición de los problemas de escritura de la novela. Problemas que hablaban de la construcción de un orden. Un orden caduco y desprovisto de significación, pero que valía la pena intentar, sólo por el placer de buscar el camino más largo entre el comienzo y el final.
Seguí.
Seguí escribiendo hasta el final, con dos búsquedas más. Una de ellas fue a través de laúd; quiero decir, de la palabra clave: laúd. Pero esa palabra tuvo que ver, por decirlo de algún modo, con el afuera. Y ese afuera resulta ahora en relación con el libro impreso. Con su tapa. Contaré muy pronto la historia del montaje de la tapa.